Nació en Chasna de Villaflor. (Tenerife Islas Canarias - España) el 21 de marzo de 1626. Siendo muy joven quiso viajar a América a ayudar a los indígenas y esclavos, de los cuales escuchaba, eran maltratados al encontrarse en el nuevo continente descubierto. Como los misioneros, quería ir a Evangelizar y rescatarlos de la marginación. Con esta motivación, se embarcó hacia Honduras a sus 18 años, y como parte del viaje, llegó a cuba, pasó por Honduras, y por providencia divina llegó a Guatemala. Allí vivó y ejerció la Caridad, hasta ganarse el título: “El hombre que fue Caridad”.
Fundó un hospital para convalecientes, y dedicó un espacio en el día para enseñar a los niños la Doctrina Cristiana, asumiendo metodologías creativas como el juego, las coplas y la danza en el aprendizaje de los conocimientos. Este carácter le hizo merecedor del reconocimiento del “Primer Alfabetizador de América”.
Nació en Quetzaltenango, Guatemala el 26 de octubre de 1820 y a los 17 años ingresó al Beaterio de Belén de la ciudad de Guatemala. Deseando vivir al servicio de Dios, llegó al Beaterio en medio de una cruel persecución a al Iglesia en Centroamérica, lo cual se manifestaba en la decadencia espiritual de la Orden. Con esta condición, deseo una nueva regla más estricta y, contando con el apoyo y aprobación del obispo del lugar y de su confesor, salió a fundar un nuevo Beaterio en su ciudad de origen, dedicándose de lleno ahora a la educación y suprimiendo la enfermería (1862). Llamó a su obra Colegio de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y por motivos de persecución religiosa tuvo que salir y fundar luego en Cartago – Costa Rica (1878), y luego en Pasto – Colombia (1885).
Amante del Sagrado Corazón de Jesús, escuchó la voz del Señor que le decía: “No celebran los Dolores de mi Corazón”, motivo por el cual creó un grupo de personas que dedicaban su oración a reparar cada uno de los 10 Dolores Íntimos, llamando a este grupo, “Coro de Lámparas”.
Impulsó la educación de la niñez y la juventud a través de colegios y hogares. Innova las prácticas pedagógicas de su tiempo con inteligencia, creatividad, amor y exigencia. Formó a las niñas y jóvenes en la doctrina cristiana, en disciplinas intelectuales y científicas y las motivó a la búsqueda de la EXCELENCIA INTEGRAL. Murió el 24 de agosto de 1886 en Tulcán - Ecuador. Fue beatificada por Su Santidad Juan Pablo II, en Roma el 4 de mayo de 1997. Su cuerpo incorrupto se encuentra en el colegio de las Bethlemitas de Pasto, Nariño.
ORACIÓN
Padre Misericordioso, Tú que hiciste insigne a tu hija la Beata María Encarnación Rosal por el amor al Misterio de la Encarnación de tu Hijo y le descubriste el amor que su Corazón tiene a los hombres, concédenos la alegría de verla entre aquellos hermanos nuestros que la Iglesia declara santos y que su ejemplo nos lleve a amar con mayor sinceridad a los pobres y a llevar a todos la paz y el amor. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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